El macho ibérico debería ser nuestro modelo a seguir e imitar.
Porque aunque ellas no lo reconozcan es lo que les gusta, una persona masculina y sin mariconadas.
De esos que piensan que depilarse es de nenas, que el olor a pedo propio tiene su encanto, y que el erupto merece ser reconocido en el castellano.
Un torrente honrado. Como mi amigo Antonio.
Ellos son los capaces de llevar a sus camas a damiselas como esta, y si, es el último ligue de Antonio.
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